UNA MAÑANA CON MERCEDES JUNQUERA GÓMEZ EN CANILLAS DE ACEITUNO.
El día 15 de abril, Mercedes estuvo con nosotros. Ella es una gran colaboradora del mundo de la cultura, no sabe decir “no” y aunque jubilada, siempre está dispuesta a acercarse allí dónde la reclaman.
En 1951, época en que eran muy pocas las mujeres que accedían a la universidad, Mercedes obtuvo el título de maestra nacional. Su madre quería que ella tuviese esa titulación, aunque nunca llegó a practicar este oficio. ¿Quién le iba a decir a ella que ahora, ya jubilada, lo iba a ejercer, con su continua presencia en colegios e institutos?
Mercedes es licenciada en Filosofía y Letras en Madrid y posee un Máster en la Loyola University de Chicago. Además, es doctora en Filosofía y Letras en la Universidad Complutense sobre historia de América y tiene un Máster en Psicología en 1978.
Fue también de las primeras mujeres en salir en los años 50 a trabajar a EE UU y dar clase en una universidad, ocupando puestos importantes de responsabilidad. Ha sido directora académica de los cursos de español y profesora emérita de Literatura Española de la Universidad de Bowling Green, Ohio, entre los años 1.973 y 1.993. Gracias a estos cursos, vino en algunas ocasiones con sus estudiantes a esta tierra, conoció esta zona y hoy se encuentra entre nosotros. “Aunque madrileña de pura cepa, elegí la Costa del Sol para vivir mi jubilación. He de decir que la vista del Mar Mediterráneo, siempre azul, y las montañas que van a hundirse en él desde Sierra Nevada, influyeron mucho en mi elección”.
Actualmente ha sido reconocida como socia de Honor por la Sociedad de Amigos de la Cultura de Vélez Málaga, de la que forma parte colaborando en su club de lectura.
Mientras tanto, Mercedes ha tenido tiempo de criar tres hijas y un hijo, y de ver crecer a siete nietas y dos nietos, así como de escribir innumerables libros, que no vamos a mencionar porque son muchos, montones de artículos, congresos y dictar multitud de conferencias. Ha recibido numerosas distinciones de universidades, de diferentes centros académicos y culturales de España y EE UU.
Cómo podéis ver, su currículum es impresionante y difícil de resumir, aunque sus méritos más importantes están en su forma de ser. Los niños y niñas la han calificado como amable, simpática, sencilla... Decían: “Se nota que le gustan los niños”, “¡qué bien hace las voces de sus personajes!”, “tan mayor... ¿cómo puede aprenderse de memoria tantas cosas?”, “¡qué bien mueve las manos y qué caras pone!”, “¡qué bonito dice las poesías!”, “¡y, además, le gusta jugar con los niños, inventó un juego para terminar las historias, y jugó hasta con los mayores: el cohete hace 'ssssssssssss...' mientras sube al cielo!” Solo bastaba ver sus caras para saber que estaban impresionados, grandes y pequeños, ¡con lo difícil que es mantener la atención continuada de los más pequeños! Ella lo consiguió. También los maestros y maestras que allí estábamos seguíamos con atención su “arte interpretado con sencillez”. Fue una mañana de entrañables “cuentacuentos”, leyendas y poesías en la que Mercedes nos divirtió, motivó y cautivó a todos. Aún hoy me comentaban mis alumnos: “Todavía me acuerdo de su cara y de sus historias”. Ha sido un lujo tenerla con nosotros y esperamos seguir contando con ella, como así nos lo ha prometido.
Solo nos queda dar las gracias a Mercedes por ser como es y por su maravillosa forma de contagiar el gusto por la lectura.
GRACIAS MERCEDES.
Paqui Ponferrada . Canillas, abril de 2011
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