Imagina una tarde fría de finales de diciembre. Hace unos días que nos dieron las vacaciones. Hasta después de Reyes no tendremos que cargar con la mochila repleta de libros de textos. Durante la mañana, aunque tímidamente, ha lucido un débil sol que no ha llegado a calentar del todo al grupo de niñas y niños que jugaban un poco desganados en el parque. Pero a partir de media tarde, las nubes han encapotado el cielo y empieza a caer una leve llovizna que moja sin querer las calles. No es mucho, pero ya no apetece salir. Mamá está en la salita remendando ese pantalón víctima de la última parada. Sí, cuando Pablo lanzó a morir, viendo que se acababa el tiempo de recreo, y tú, volaste por los aires para evitar lo imposible. Te dejas caer en el sofá y notas el calor que desprende el brasero bajo la mesa camilla.
¿Y tú me dices hoy, cómo vamos a leer en Navidad?
Para facilitar aún más las cosas, hemos vuelto a sacar la Biblioteca al pasillo, para que todo aquel que ose atravesarlo tenga la posibilidad de llevarse un buen libro a casa y aproveche esas tardes, para adentrarse estas Navidades en las palabras, ideas, mundos... que otros nos regalan.
Felices Lecturas y Feliz Navidad
